Un siglo de evolución del hogar minimalista: 9 ejemplos emblemáticos
La casa minimalista no siempre ha sido un tema arquitectónico. En el mundo occidental, la cultura del diseño ha asociado un cierto tamaño (mínimo) con una determinada función (la vivienda) sólo en el último siglo. En primer lugar, la casa minimalista ha sido concebida como la casa inicial para todos. A partir de finales de la década de 1910, los arquitectos pertenecientes al Movimiento Moderno, que sostenían ideales socialistas y progresistas, crearon dos tipos distintos de diseños: mansiones extravagantes como manifiestos para clientes ricos y educados, y viviendas pequeñas pero "dignas" para ser producidas en masa en grandes cantidades. El existenzminimum modernista, disponible en varias formas, encarna la simplicidad y carece de ornamentación, ya que estas características son esenciales para permitir la industrialización y la construcción de grandes cantidades de una manera verdaderamente democrática.
Unas décadas más tarde, en las décadas de 1950 y 1960, un período a menudo caracterizado como despreocupado, marcado por una nueva prosperidad y normas sociales cambiantes, la casa minimalista asumió un nuevo papel como casa de vacaciones. Con el auge del turismo de masas, la aspiración de poseer una segunda residencia para pasar las vacaciones se volvió realizable para muchos. Inicialmente, esta tendencia implicaba simplificar y minimizar el espacio doméstico para atender específicamente a la ocupación temporal, generalmente durante unos meses al año. Posteriormente, la llegada de la experimentación con los plásticos supuso una importante transformación en las viviendas vacacionales. La casa minimalista evolucionó hasta convertirse en una estructura modular, caracterizada por su estructura liviana y sin cimientos, lo que la hace fácil de desmontar y portátil. Esta naturaleza modular permitió que la casa minimalista viajara con sus ocupantes cuando fuera necesario.